viernes, 26 de diciembre de 2014

Los suyos no lo recibieron

Cantaron los ángeles: "GLORIA a DIOS... y PAZ a los hombres..." La gloria de Dios incluye la paz para los hombres; y por otra parte, el hombre no tendrá paz jamás mientras no glorifique a Dios. La historia del hombre es una prueba irrefutable de esta verdad. El pueblo que rechaza a Dios, tiene decretada su muerte, porque sin paz es imposible progresar. [...] 

Releamos con atención el Evangelio de hoy. Desgraciadamente se quiere "iluminar" a la humanidad con las tinieblas, al rechazar la Luz que es Cristo, su Evangelio su Verdad. Obstinadamente se quiere reeditar viejos errores que no conducen a nada, y que lo complican todo. Dice el Evangelio que Cristo "vino a los suyos y los suyos no lo recibieron". Hoy estos "suyos" son los que quieren dar una nueva interpretación al Evangelio, enseñarle a Cristo qué es lo que tiene que decir, conociendo nuestra realidad, porque pareceería que el Evangelio debe sufrir el "acomodo" que quisieran hacer de él los que se sienten incómodos por la verdad...
(de "El acomodo de los incómodos", en: Mano a mano con el Obispo de San Rafael, p. 180-181)

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